Historia ajedrez
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Historia del ajedrez contada para niños (y padres curiosos)

¿Sabías que el ajedrez se juega desde hace más de 1.500 años? Es uno de los juegos más antiguos del mundo… y también uno de los más mágicos.
Acompáñanos en este viaje por el tiempo para descubrir cómo nació el ajedrez y cómo se convirtió en el juego de reyes, reinas y niños curiosos.


Érase una vez, en la India…

Mucho antes de que existieran los relojes digitales, las tablets o las competiciones online, en la India del siglo VI se jugaba a un juego llamado chaturanga.
Era el tatarabuelo del ajedrez moderno y se disputaba en un tablero de 8×8 casillas.

En el chaturanga había cuatro tipos de tropas:

  • Infantería, que más tarde se convertiría en los peones.
  • Carros de guerra, que inspiraron las actuales torres.
  • Elefantes, los antepasados de nuestros alfiles.
  • Caballería, origen de los caballos que saltan sobre las piezas.

El objetivo, como en el ajedrez actual, era proteger al rey y derrotar al del adversario.
Curiosamente, “chaturanga” significa cuatro divisiones del ejército, y el juego servía también como entrenamiento mental para los estrategas de la época.

💡 Dato curioso: se dice que un sabio indio presentó el chaturanga a su rey para enseñarle que todos los miembros de la sociedad —desde el peón hasta el rey— son importantes. Sin cada pieza, el reino no podría sobrevivir. Una preciosa lección para padres e hijos.


De la India a Persia, y de Persia al mundo

El chaturanga viajó a Persia (actual Irán) y allí cambió de nombre: pasó a llamarse shatranj.
Los persas añadieron sus propias reglas y un nuevo vocabulario:
de allí viene la expresión “jaque mate”, que proviene del persa “shah mat”, y significa “el rey está atrapado”.

Cuando el mundo árabe conquistó Persia, adoptó el shatranj con entusiasmo.
Durante siglos fue un juego muy popular en los palacios y escuelas, y los árabes fueron los primeros en escribir libros de estrategia ajedrecística.
Uno de los más antiguos, del siglo IX, fue el de al-Adli, considerado el primer gran maestro de la historia.

En el siglo VIII, los árabes llegaron a la Península Ibérica y trajeron consigo su juego favorito.
Así fue como el ajedrez cruzó el Mediterráneo y se instaló en España, desde donde se expandió por toda Europa.


Nace el ajedrez moderno… ¡en España!

Durante la Edad Media el ajedrez era mucho más lento.
Por ejemplo, la dama solo podía moverse una casilla en diagonal, y el alfil dos casillas como máximo.
Las partidas podían durar horas… ¡o días!

Pero a finales del siglo XV, en España, todo cambió.
La dama se transformó en la pieza más poderosa del tablero.
El ajedrez se volvió dinámico, agresivo y mucho más emocionante.

Este cambio coincidió con una época de mujeres poderosas en Europa, como Isabel la Católica, reina de Castilla, que inspiró a toda una generación.
Muchos historiadores creen que su figura influyó en el nacimiento del “ajedrez de la dama rabiosa”, como se conoció al nuevo estilo de juego.

«Ajedrez de la dama rabiosa».

El primer documento que describe esas reglas modernas es el poema valenciano “Scachs d’amor” (1475), donde tres autores —Bernat Fenollar, Narcís Vinyoles y Francí de Castellví— explican una partida entre el dios Marte y la diosa Venus, ¡jugada con las nuevas reglas!

Desde entonces, la reina cambió el destino del ajedrez.
Su fuerza simbolizaba una nueva era: inteligencia, estrategia y equilibrio entre reyes y reinas.


El ajedrez llega a América… ¡y al mundo entero!

A lo largo del siglo XVI, el nuevo ajedrez se extendió rápidamente por Italia, Francia y Alemania.
En los cafés de París y Londres, los caballeros se retaban durante horas.
Pronto llegaron los primeros tratados de ajedrez, como el de Luis Lucena, un español que publicó en 1497 el primer libro de ajedrez moderno conocido.

Con los viajes y descubrimientos, el juego cruzó el océano Atlántico y llegó a América.
En poco tiempo, el ajedrez se convirtió en una lengua universal, jugado por nobles, artistas, científicos y campesinos por igual.


El ajedrez se vuelve profesional

Durante el siglo XIX surgieron los primeros torneos internacionales y los campeones del mundo.
El primer título oficial fue para Wilhelm Steinitz en 1886.
A partir de ahí, el ajedrez se profesionalizó y aparecieron nombres legendarios:
Capablanca, Alekhine, Fischer, Karpov, Kasparov… y hoy, el campeón del mundo (en 2025) es Ding Liren, de China.


Ajedrez en la era digital

En el siglo XX, con la llegada de los ordenadores, el ajedrez vivió una nueva revolución.
En 1997, una supercomputadora llamada Deep Blue venció al entonces campeón del mundo Garry Kasparov.
Fue la primera vez que una máquina derrotaba a un humano en una partida oficial.

Desde entonces, el ajedrez se ha digitalizado:

  • Puedes jugar online contra personas de todo el planeta.
  • Existen plataformas seguras para niños, como ChessKid o Lichess Kids.
  • Los programas de análisis ayudan a mejorar y estudiar aperturas.
  • Incluso hay torneos escolares virtuales y academias que enseñan ajedrez por videollamada.

👑 Dato curioso: durante la pandemia de 2020, el ajedrez fue uno de los juegos más practicados del mundo. Millones de niños y padres aprendieron juntos en casa, demostrando que el tablero sigue uniendo generaciones.


Algunas curiosidades para pequeños curiosos

  • El ajedrez está reconocido como deporte mental por el Comité Olímpico Internacional.
  • Existen más partidas posibles de ajedrez que átomos en el universo.
  • La partida más corta posible se llama “mate del pastor” y dura solo 4 jugadas.
  • La partida más larga registrada duró 269 movimientos.
  • Hay niños de menos de 10 años con títulos oficiales de maestros.
  • En Islandia, hay un tablero de ajedrez en cada escuela.

¿Y por qué seguimos jugando ajedrez?

Porque el ajedrez es mucho más que un juego.
Es una forma de aprender a pensar antes de actuar, de gestionar las emociones y de disfrutar en familia.
En el tablero, padres e hijos pueden ser rivales por un rato, pero también compañeros de aprendizaje.

🧩 El ajedrez enseña que cada pieza cuenta, que todos los movimientos tienen consecuencias y que las mejores victorias se consiguen con paciencia y respeto.

El ajedrez no pasa de moda porque pertenece a todos los tiempos.
De la India antigua a los móviles de hoy, sigue siendo el mismo desafío mágico:
un tablero, 32 piezas y una mente curiosa dispuesta a pensar.

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